Crean un
metamaterial que absorbe las ondas sísmicas
Científicos chinos han creado un metamaterial que
absorbe las ondas de los terremotos, protegiendo a los edificios de sus
devastadores efectos. Incluso se puede incorporar a los edificios ya
construidos para mejorar su resistencia sísmica. Ha sido probado con éxito en
laboratorio y podría aplicarse también para mejorar las imágenes de las
ecografías.
Se trata de un metamaterial,
es decir, de un material artificial que presenta propiedades hasta ahora no
existentes en la naturaleza. Se ha formado a partir de tres materiales sólidos,
cilindros de acero recubiertos de silicona en un bloque de resina epoxi, un
polímero termoestable que se endurece cuando se mezcla con un agente
catalizador o «endurecedor».
En sus extremos, el cilindro de acero funciona
como un resorte. Esta arquitectura le permite detener el fenómeno conocido como
resonancia anisótropa, ya que el nuevo metamarerial no permite la propagación
de las ondas longitudinales, e impide también la propagación de las ondas
transversales.
Una onda es una perturbación que se propaga por el
espacio y que es capaz de transportar energía de un punto a otro. Las ondas
pueden ser transversales (las de los terremotos) o longitudinales (las del
sonido), según la forma en que se propagan por el espacio.
En el caso de las ondas longitudinales, la
perturbación del medio se realiza en el mismo sentido que la dirección de la
onda, mientras que en el caso de las ondas transversales, la perturbación del
medio es perpendicular a la dirección de su propagación.
Experimento categórico
Los científicos han probado el efecto del
metamaterial con el siguiente experimento. Colocaron una fila vertical de seis
cubos del metamaterial y en su cúspide pusieron un grupo de pequeñas bolas de
cristal. En la base de los cubos, situaron otro grupo de bolas de cristal.
Todo el conjunto se colocó encima de un agitador
electromagnético que generaba vibraciones transversales. Cuando el agitador se
activó, las bolas de cristal que estaban en la cúspide permanecieron estables,
mientras que las que estaban en la base salieron despedidas. De esta forma
comprobaron que la pila de metamateriales había absorbido las ondas
transversales generadas por el agitador electromagnético.
Según los investigadores, el metamaterial hizo
retroceder la frontera entre sólido y fluido en términos de propiedades
ondulatorias y por ello abre nuevas perspectivas sobre las características de
los sólidos estáticos. El concepto, totalmente revolucionario, abre nuevas
posibilidades para controlar el fenómeno de la vibración, que podría ser
aplicado al campo de la obtención de imágenes médicas.
Contener un
terremoto
Los investigadores añaden que el nuevo
metamaterial es capaz también de resistir a los terremotos y que por sus
características puede integrarse en los pilares y vigas de los edificios.
También permite una gran flexibilidad en cuanto al diseño arquitectónico. E
incluso se puede incorporar a los edificios ya construidos para mejorar su
resistencia sísmica, según los investigadores.
Los seísmos son una de las catástrofes naturales
más devastadoras y mortales y los científicos intentan concebir materiales de
construcción capaces de minimizar sus efectos, especialmente en las zonas de
riesgo, para reducir los daños que causan las ondas sísmicas.
Las ondas sísmicas son transversales con efectos
muy destructivos cuando se propagan sobre la superficie terrestre, por lo que
el nuevo metamaterial resulta tremendamente eficaz para impedir el paso de las
ondas sísmicas cuando llegan a un edificio.
Los investigadores señalan que las aplicaciones
del metamaterial trascienden la arquitectura para extenderse al campo médico,
ya que puede servir para mejorar la eficacia de los transductores de
ultrasonidos que se usan en medicina, como son las ondas de las ecografías.
Un transductor ultrasónico es un dispositivo
convierte energía eléctrica en energía mecánica, en forma de sonido y
viceversa. Los tejidos humanos poseen características de elasticidad cercanas a
las de los medios fluidos como el agua, mientras que los transductores
ultrasónicos son materiales sólidos.
Utilizar una sonda construida con un metamaterial
que tenga propiedades cercanas a las de los fluidos permitirá una mejor
propagación de las ondas ultrasónicas entre la sonda y el cuerpo humano,
limitando la pérdida de energía y asegurando una mejor imagen de la ecografía,
consideran los investigadores.
Publicado por Jorge L.Gomez Sanchez.
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